jueves, 23 de julio de 2009

Plan 9 desde el balcón.

Voy a ser el Edward Wood de los cuentos.

Mírame en una tarde joven, mojada de Julio. “Llueve a la antigua”, dirían esos antiguos que se fueron. Voy a apagar esa caja infernal, voy a dejar de esperar el Rin-Rin, mírame, mirando al balcón, parece que saldré a ver qué pasa. Ya no me mires, que me avergüenzo de mirar a esas dos jovencitas bajo la misma sombrilla, compartiéndola como mujeres amistosas. La acera contiene tanta agua, parece una piscina. Debería intentarlo, debería saltar, a ver si me sumerjo en un estanque infinito. Mejor las miro, se están besando. "Míralas, ellas son lo que no queremos ser, ellas desordenan, ellas no sirven". Todo lo que me dijeron era mentira, ellas son la salvación, me distraen del infierno a su alrededor. “Cabros de mierda” dirían esos cabros reprimidos que se convirtieron en "viejos de mierda".

Espera, suena el teléfono, lo iré a contestar, quizás sí, quizás esta vez sí. Levanto el aparato, ¿Qué me dice? “Hola, soy Lucas Barrios, si querés participar en el sorteo de una camio-…” No haré comentarios, no haré comentarios. Ahí está el balcón invitándome una vez más, iré a ver qué me tiene que contar. Míralas, ahí están de nuevo, esta vez en la esquina, se están despidiendo. Una de ellas se va. Se acabó su espectáculo libidinoso, me aburro. Voy a saltar. “Colorín colorado” dirían esos cuentistas que murieron. Mira a esa lesbiana observándome en la mitad de la calle, mientras se aleja de su amada, se distrae conmigo, al parecer le llaman la atención los suicidas. Mira a ese auto, son los señores carabineros en un patrullaje de rutina, mira como la atropellan por andar paveando, por andar mirando lo que no le importa, igual a mí, que la estuve mirando, mientras no me mataba. “Es la otra cara del espejo” diría alguien que se cree importante. No quiero que me involucren, yo nunca estuve, yo nunca quise saltar, yo me oculto. ¡Mira a mi maldita humanidad escondiéndose otra vez! Desde aquí escucho el llanto de la mujer amante, ¿Cuántas me habrían llorado de esa manera?

Mírame solo esa noche, ya retiraron el cuerpo, no hubo escándalo, nadie lo supo, desapareció la mujer de la sombrilla, no hay culpables. ¿Se habría armado revuelo si yo me hubiese lanzado a tiempo para evitar la tragedia? Hoy no podré dormir, ni al día siguiente, ni todos los que sigan al siguiente. ¿Cuántas noches felices habría vivido la mujer que yace en la morgue? Suena el teléfono, espero que no me llamen otra vez para saber del atropello.
-Aló, ¿Quién es?
-¿Eduardo? Soy yo, Gabi.
-¿Por qué llamas cuando ya se ha desatado la tragedia sobre tantas vidas?
-No sé de qué hablas, mira, sólo te llamo para decirte que reconsideré las cosas. Eduardo, yo sé que tú… -Cuelgo el teléfono, no quiero escucharla.
Por alguna razón no quiero volver a escucharla.

No quiero volver a levantarme de este sofá, mandaré a demoler ese balcón para evitar otra tragedia.

5 comentarios:

Julian Ricóuz dijo...

Sorprendente. Increíble.

JORGE PLA dijo...

La mejor de tus creaciones sin duda. xDDD. Es raraaa. No sé qué decir.

Milaah dijo...

me gusta lo qe escribes ;D de verdaad tiene algo, nose que es, peroo me gustaa,me lleba a querer seguir sabiendo de la historia

Anónimo dijo...

señor mallea, don gerardo, cada vez me sorprendes mas... :O es que mi historia quedo chica al lado de esto :O woow, te digo que SERIAMENTE podrias dedicarte a esto en un futuro no tan lejano ya. felicitaciones muchas felicitaciones :D

tu fan nro 1

Capitan Gordon dijo...

Exceloente primo. Concuerdo con el resto, sin duda la mejor que he leido. Como un detalle puede crear una cadena de tragedia. y eso pasa solo que nunca lo observamos. Efecto domino o Efecto mariposa?