--Oye, ayer estuvo Manuel García en la piscina municipal.
Podríamos ir a verlo, y te invito a comer algo, y qué sé yo. ¿Qué te parece?
--Ya, vamos. Jijijijijiji.
--Bacán. Te llamo antes de ayer entonces, para ponernos de
acuerdo.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
martes, 21 de agosto de 2012
Tú llamaste a la amargura
El otro día estuviste
tocando el timbre;
no quise salir.
Realmente desconozco
por qué lo hiciste,
y por qué dejaste
de tocar el timbre tan pronto.
Pero sólo en el caso
de que hayas venido
por lo que creo que viniste
voy a aclarar algunas cosas
que quizás te eviten
la molestia de volver.
Me contaron que abortaste,
y lo lamento por el bebé.
Si querías una felicitación,
no la vas a tener
porque nunca odié a ese niño;
es a ti a quien no quiero.
No te quiero.
Esperando haber resuelto
tus inquietudes
para que no te acerques más
a mi puerta,
me despido atentamente.
domingo, 12 de agosto de 2012
Stories
--Hoy me dejó plantada…
--Qué coincidencia. Yo planté a alguien hoy
--¿Sí? ¿A quién?
--A la mina de la biblioteca, de quien te hablé el otro
día
--¿Por qué lo hiciste?
--Creí que iba a atender hasta tarde, pero no
--¡Qué mal!
--Ahora voy a tener que volver el lunes, y me va a multar
por el atraso
--Todo se paga en la vida
--¿Sí? ¿Cuánto te va a pagar tu amigo por dejarte
plantada?
--Nada
--¿Entonces?
--De partida, ya no es mi amigo…
jueves, 26 de julio de 2012
Los Perros
-- ¡Hey, colega! ¿Qué hace usted por aquí?... Creo que alguien se equivocó de patio...
jejeje… ¿Se le ofrece algo? ¿En qué le puedo ayudar?
-- ¡Aer! ¡¿Qué weá?!
-- No he dicho nada. Permiso.
lunes, 23 de julio de 2012
Carta para la estrella
Querida Laura:
Sé que no querías volver a saber de nosotros, pero no
pude evitar escribirte luego de algunas cosas que he visto. Mi padre está bien, pero mamá está cada vez más enferma, quizás deberías
volver un día. Así podrías verla, y podríamos conversar. Me gustaría saber si
estás bien, cómo te ha ido… ¿Tienes novio? ¿Sigues estudiando? También yo
podría viajar para verte. No me costaría nada, en serio, yo aún te quiero
mucho. Solo necesito una dirección y estaré ahí.
No sé cómo decir lo que voy a decir. No es culpa de nadie. No quiero asustarte
o hacerte sentir mal, pero el otro día, sin querer, me encontré con una de tus
películas. Me entristeció mucho, no pude evitar llorar cuando te vi; te veías muy mal, supe que tenía que buscarte de alguna forma. Diego
estaba conmigo y también te vio en la pantalla. Temo que pueda contárselo a otras
personas y que mamá se entere. No le haría bien. A veces se siente muy sola, Laura, y yo también.
No me gusta verte en esas películas, Laura, no sabía que
hacías esas cosas. Por favor respóndeme esta carta. Quiero saber sobre ti… sé
que siempre fuiste más linda e inteligente que yo, pero tengo derecho a saber
ciertas cosas, no me merezco este sufrimiento y la incertidumbre. A veces te
recuerdo y me siento muy mal, quizás todo iría mejor si siguieras acá. Papá
empezó a plantar tomates, eran deliciosos pero con el paso de los años todas
las plantas del huerto se han secado, porque tú eras
quien siempre se encargaba de esas cosas. También hemos tenido que vender el auto... de todos modos estaba bastante destrozado.
Por favor respóndeme y dime que estás bien, que la
película fue un error e indícame dónde encontrarte. Espero que esta carta
llegue a tus manos. Acá nada es igual sin ti, deberías volver. Intentaré
convencer a Diego de que no diga nada, así cuando vuelvas nadie te lo
mencionará. Te quiero mucho, soy la persona que más te quiere en el mundo.
Hasta pronto.
lunes, 16 de julio de 2012
Palabras que decía una mirada oculta
Siempre lo supe:
hoy te vas
sin despedirte, sin mirar atrás.
Está bien.
Acá no pasará nada.
Se preocuparán un poco
pero van a entender,
lo sé.
No sé a dónde irás,
pero te deseo suerte
y que no te pregunten
de dónde vienes.
Tus largas piernas se alejan,
me olvidas,
nos dejas.
¡Corre, vuela, de prisa!
Las rejas oxidadas,
las hojas secas sin barrer,
el caucho hirviente de los neumáticos
de un Chevrolet
te dicen adiós… ¡Adiós!
Siempre lo supe:
estás partiendo
y no estás pensando en mí.
Vas a ser libre,
te van a adorar
allá en el futuro.
Algún bus te llevará lejos
y me olvidarás.
Espero que te quedes allá
y no tengas que volver
llorando, dando explicaciones.
Siempre lo supe:
que eras distinta
que lo bueno no dura,
que algún días tenías que escapar.
Allá en el futuro te esperan
con luces y todo,
y no sé lo que harás,
y no quiero saberlo.
Yo me quedo con la mugre en las uñas,
Yo me quedo con la mugre en las uñas,
con el miedo y la fiebre
en la casa de siempre
y más solo que nunca.
Se alejan de mí esos labios de azufre
y ya no los diviso,
¡Tan lejos se han ido!
Siempre lo supe.
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