Querida Laura:
Sé que no querías volver a saber de nosotros, pero no
pude evitar escribirte luego de algunas cosas que he visto. Mi padre está bien, pero mamá está cada vez más enferma, quizás deberías
volver un día. Así podrías verla, y podríamos conversar. Me gustaría saber si
estás bien, cómo te ha ido… ¿Tienes novio? ¿Sigues estudiando? También yo
podría viajar para verte. No me costaría nada, en serio, yo aún te quiero
mucho. Solo necesito una dirección y estaré ahí.
No sé cómo decir lo que voy a decir. No es culpa de nadie. No quiero asustarte
o hacerte sentir mal, pero el otro día, sin querer, me encontré con una de tus
películas. Me entristeció mucho, no pude evitar llorar cuando te vi; te veías muy mal, supe que tenía que buscarte de alguna forma. Diego
estaba conmigo y también te vio en la pantalla. Temo que pueda contárselo a otras
personas y que mamá se entere. No le haría bien. A veces se siente muy sola, Laura, y yo también.
No me gusta verte en esas películas, Laura, no sabía que
hacías esas cosas. Por favor respóndeme esta carta. Quiero saber sobre ti… sé
que siempre fuiste más linda e inteligente que yo, pero tengo derecho a saber
ciertas cosas, no me merezco este sufrimiento y la incertidumbre. A veces te
recuerdo y me siento muy mal, quizás todo iría mejor si siguieras acá. Papá
empezó a plantar tomates, eran deliciosos pero con el paso de los años todas
las plantas del huerto se han secado, porque tú eras
quien siempre se encargaba de esas cosas. También hemos tenido que vender el auto... de todos modos estaba bastante destrozado.
Por favor respóndeme y dime que estás bien, que la
película fue un error e indícame dónde encontrarte. Espero que esta carta
llegue a tus manos. Acá nada es igual sin ti, deberías volver. Intentaré
convencer a Diego de que no diga nada, así cuando vuelvas nadie te lo
mencionará. Te quiero mucho, soy la persona que más te quiere en el mundo.
Hasta pronto.