sábado, 13 de diciembre de 2008

UN PASEO POR SANTIAGO

Camino por mi ciudad un largo trecho
para evitar sucumbir en el metro.
Mientras doy pasos largos, yo pienso:
"¿Es mi idea o el ambiente es muy denso?".

Soleado y colorido es el cielo,
el calor es agobiante y perverso,
busco en mi bolsillo lo poco que tengo
para comprar en un quiosco un refresco,
pero éste es tan dulce, dañino y espeso
que sólo hace el sudor más intenso.

Veo delincuentes que roban a luz de Sol,
y en la otra acera a jueces que no castigan,
ruego no ser atrapado por esa contradicción,
quiero seguir retratando a Santiago en un día.
Veo perros inmundos que corren, ladran y orinan
junto a vagabundos que son la ley en su esquina.
También padres de familia, queriendo trabajar,
mohicanos teñidos de furia en el bandejón central.

Este es el joven y glorioso Santiago,
puedo verlo parado, a la sombra de un árbol.
A ratos, turistas y la ciudad pintoresca, sonriendo,
luego un par de inmigrantes, llorando en su ghetto.
Mientras camino, me auspicia el sonido urbano
y los edificios monstruosos, de altísimos muros.
Reflexiono: Si hay sencillez y humildad en tus manos,
verás a Santiago, detrás de sus lentes oscuros.

Camino todavía, junto a casonas coloniales
opacadas por los fríos gigantes de concreto,
las penas de la gente, al Sol, parecen más reales
y las escasas sonrisas se pueden notar a lo lejos.
El cerro Santa Lucía alumbra con verdor mi camino
y parece un irónico recuerdo de que el color existe;
frente a él, un gran cartel que invita al consumismo,
frente a mí, las aceras del Santiago inconfundible.

Paseo en armonía, a ritmo contínuo, paso a paso,
bajo un ocaso florido y sobre colillas de cigarros.
Dentro de mí, la comida que las calles me ofrecen
y fuera, el humo que emanan las industrias libremente,
el amor de dos seres que se besan en la boca
y toda la pasión que esta gran ciudad evoca.

Con paciencia, espero un bus, con asientos,
que me haga volver a recorrer el sendero
que he vivido, y que impregna todo lo que hago,
y me lleve a casa, para desear volver a Santiago.

No hay comentarios: