jueves, 20 de noviembre de 2008

Antes del Crepúsculo

Verlos besarse, amarse, ser felices,
todo eso se hace insoportable para ti;
las primaveras coloridas, para ti son tan grises
junto a ellos, tus amigos, y su amor sin fin.

Tu esperanza silenciosa en el pasado,
tu iracundo fracaso en el presente,
ella, inocente de tu amor avasallado,
tú y tu mirada fría, turbia, impaciente.

Sí, eres su amigo cuando están a tu lado,
su amor prohibido en tus sueños imposibles,
su único enemigo cuando ella y él se están amando,
¿y tú? sólo el dolor de una herida imperceptible.

No puedes controlarte, ya no eres tú;
tu vida es ella, la quieres, no soportas
el grito de deseo, terrorífica inquietud,
sólo quieres gritar tu amor, muy lejos, a solas.

Sabes que el crepúsculo viene, ahí está;
que en un instante, sin remedio, aparecerán,
no habrá demonios ni ángeles, sólo amor o sangre,
locura de amor en resumen, ímpetu en forma de sable.

Cuando el crepúsculo llegue y ellos estén juntos,
no habrá palabras ni destino, solo un momento absoluto,
y luego, ¿todo o nada?, lo decidirán tus manos,
lo que dicte el frenesí, la cordura o tu amor olvidado.

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